Cae el nivel de agua subterránea para riego en el Valle de Uco, según alertó un estudio científico

El Conicet detectó menor recarga de los acuíferos y uso intensivo de pozos agrícolas, un escenario que preocupa por su impacto en la producción y la calidad del recurso.

Valle de Uco07/12/2025 Redacción Uco News
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Durante el V Congreso del Agua en Mendoza, un equipo del Conicet presentó un diagnóstico que encendió señales de alarma en el Valle de Uco: los acuíferos de la cuenca del río Tunuyán muestran una merma sostenida y cada vez menos capacidad de recuperación. La tendencia, según el estudio, está vinculada al uso intensivo de pozos para riego y a una infiltración más baja que en décadas anteriores.

El análisis, liderado por el especialista Sebastián Dietrich, se basó en unas 3.000 perforaciones y reveló un problema estructural. “La baja renovación de reservas de agua lleva incluso a explotar aguas no renovables”, advirtió el investigador, al detallar que en la región funcionan alrededor de 2.000 pozos activos operados mayormente por privados. La relación entre ríos y acuíferos también muestra un cambio: el agua que antes se infiltraba con mayor facilidad hoy recarga a un ritmo lento y desigual.

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Otra cuestión clave es la calidad del agua. Dietrich explicó que, al profundizar las perforaciones, se mezclan capas de excelente pureza con otras más afectadas por el uso agrícola, lo que incrementa la salinidad. El fenómeno se agudizó con el crecimiento explosivo de perforaciones desde la década del 80, cuando el número de pozos era cien veces menor.

Irrigación presentó además su red de monitoreo, que permite seguir la evolución de los acuíferos y elaborar índices de calidad del agua subterránea. El trabajo técnico, a cargo de la especialista Jorgelina Teruya, busca aportar información de base para la toma de decisiones en un escenario donde cada litro disponible empieza a contar.

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El diagnóstico mendocino se contrastó con la experiencia de España, donde se realiza un inventario hídrico actualizado cada seis años. Federico Lorenzo Estrada, director del Centro de Estudios Hidrológicos, mostró cómo el seguimiento de “celdas” de medición permite anticipar escenarios. Tanto en las proyecciones moderadas como en las extremas, el modelo ibérico prevé una baja de reservas rumbo a 2040, impulsada por temperaturas más altas y menor disponibilidad de nieve.

En Mendoza, el estudio presentado es apenas el primer paso: Irrigación planea replicarlo en la cuenca del río Mendoza y en el Sur provincial. La advertencia ya está planteada. En el Valle de Uco, uno de los motores agrícolas de la provincia, el agua subterránea empieza a dar señales claras de agotamiento.

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